
La sociología debe ser un deseo, un acontecimiento y una imaginación. Reencontrar el sentimiento utópico, no es una abstracción hermenéutica de los textos ni de las estructuras. El sentimiento debe ir de la mano de la acción social y de la comunicación. Aquí debe presentarse el primer problema del lenguaje y sus estructuras con la interacción de los sujetos.
El sujeto que anda, es el sujeto del nihilismo del despojo. Es allí donde debe hablar el sentimiento y la imaginación utópica. No debe ser una abstracción de las ideas. Debe ser una actividad diaria, una actividad de trote, de caminar. No es pues, una cuestión de ver desde el balcón.
¿Cómo empezar a formar un acontecimiento desde la imaginación y el deseo? No podemos camuflar la realidad heterogénea, múltiple o compleja con la cual nos enfrentamos, debemos ser un arcoíris de salidas y oportunidades. El diagnóstico debe ser posible desde lo que llamamos la “Genealogía”, pues no hay nada que sea “verdadero” u “objetivamente” cierto en este mundo. Lo “verdadero” u “objetivo” tiene un proceso de construcción de naturalización y de existencia. Es entonces que el deseo es el primer paso en la construcción de nuestros impulsos y pulsiones. El motor de la historia en los sujetos debe ser ese deseo por lo oscuro, por lo que se conoce y no se quiere aceptar como dado. El deseo en definitiva, es el impulso de ver lo blanco como negro y viceversa, es no creer en lo ya creado, y pensar en lo que ya se dejo de pensar.
El segundo nivel es la imaginación, una vez señalado el diagnostico y el campo de estudio genealógico, debemos abrir el abanico de posibilidades y buscar ese horizonte utópico, que no es más que una contradicción y armonía constante. La construcción y la reconstrucción de escenario y actores será parte de un proceso global. La intensidad de nuestra imaginación abrirá el camino ante un entramado bastante frágil y volátil, donde el riesgo es una síntesis de este escenario. Con la imaginación el sujeto debe escoger y señalizar su fututo, no debe de ser un proyecto homogeneizador, es mas bien un proyecto múltiple que articule las aristas de los grupos sociales. La tarea quedara en cohesionarlas respetando sus diferencias y demostrando que la armonía debe de ser esa otra cara de la heterogeneidad y que finalmente las cosas pueden funcionar. Esta tarea, será larga y con muchas tensiones.
El acontecimiento devendrá de este surtido de actividades. Será un quiebre, el acontecimiento para muchos será sinónimo de revolución o reforma un largo debate en nuestros intelectuales, pero que muchas veces fue alejado de los sujetos que deberían ser los actores principales. Entonces, nosotros postulamos un acontecimiento como cambio profundo de los sujetos y de las instituciones estos no vistos como dos entes desligados, sino como una unidad, una particularidad que debe de ser reconstruido desde sus cuerpos y lenguajes. Engullirlos en un solo deseo, ¿querrán hacerlo? ¿Tendrán el impulso y las formas de participar? Eso dependerá de las posibilidades y de de los camino que a través de la imaginación hemos construido.
En síntesis, no hay nada dicho, no hay formulas exactas, no existe el catecismo del cambio. El nihilismo debe de ser combatido a todo sus niveles, pero sin extinguirlo. Porque es el nihilismo del hombre el cual lo llevara a su superación, a querer construir otro mundo. A través del deseo, la imaginación, en la búsqueda de un acontecimiento.
El sujeto que anda, es el sujeto del nihilismo del despojo. Es allí donde debe hablar el sentimiento y la imaginación utópica. No debe ser una abstracción de las ideas. Debe ser una actividad diaria, una actividad de trote, de caminar. No es pues, una cuestión de ver desde el balcón.
¿Cómo empezar a formar un acontecimiento desde la imaginación y el deseo? No podemos camuflar la realidad heterogénea, múltiple o compleja con la cual nos enfrentamos, debemos ser un arcoíris de salidas y oportunidades. El diagnóstico debe ser posible desde lo que llamamos la “Genealogía”, pues no hay nada que sea “verdadero” u “objetivamente” cierto en este mundo. Lo “verdadero” u “objetivo” tiene un proceso de construcción de naturalización y de existencia. Es entonces que el deseo es el primer paso en la construcción de nuestros impulsos y pulsiones. El motor de la historia en los sujetos debe ser ese deseo por lo oscuro, por lo que se conoce y no se quiere aceptar como dado. El deseo en definitiva, es el impulso de ver lo blanco como negro y viceversa, es no creer en lo ya creado, y pensar en lo que ya se dejo de pensar.
El segundo nivel es la imaginación, una vez señalado el diagnostico y el campo de estudio genealógico, debemos abrir el abanico de posibilidades y buscar ese horizonte utópico, que no es más que una contradicción y armonía constante. La construcción y la reconstrucción de escenario y actores será parte de un proceso global. La intensidad de nuestra imaginación abrirá el camino ante un entramado bastante frágil y volátil, donde el riesgo es una síntesis de este escenario. Con la imaginación el sujeto debe escoger y señalizar su fututo, no debe de ser un proyecto homogeneizador, es mas bien un proyecto múltiple que articule las aristas de los grupos sociales. La tarea quedara en cohesionarlas respetando sus diferencias y demostrando que la armonía debe de ser esa otra cara de la heterogeneidad y que finalmente las cosas pueden funcionar. Esta tarea, será larga y con muchas tensiones.
El acontecimiento devendrá de este surtido de actividades. Será un quiebre, el acontecimiento para muchos será sinónimo de revolución o reforma un largo debate en nuestros intelectuales, pero que muchas veces fue alejado de los sujetos que deberían ser los actores principales. Entonces, nosotros postulamos un acontecimiento como cambio profundo de los sujetos y de las instituciones estos no vistos como dos entes desligados, sino como una unidad, una particularidad que debe de ser reconstruido desde sus cuerpos y lenguajes. Engullirlos en un solo deseo, ¿querrán hacerlo? ¿Tendrán el impulso y las formas de participar? Eso dependerá de las posibilidades y de de los camino que a través de la imaginación hemos construido.
En síntesis, no hay nada dicho, no hay formulas exactas, no existe el catecismo del cambio. El nihilismo debe de ser combatido a todo sus niveles, pero sin extinguirlo. Porque es el nihilismo del hombre el cual lo llevara a su superación, a querer construir otro mundo. A través del deseo, la imaginación, en la búsqueda de un acontecimiento.
1 comentario:
Friedrich Nietzsche señaló con verdadero espanto ¡la indiferencia de la generación actual ante el nihilismo! El exacerbado racismo criminal y genocida serial del Libro de Israel, y su falta de significado para los que no somos judíos, llevó a Nietzsche a pregonar: ¡la muerte de Dios! Grandes multitudes abandonan la religión judeo cristiana ante su falta de congruencia de sus dogmas con la realidad. El reto es superar el nihilismo de la sociedad actual formulando un cristianismo que se pueda vivir y practicar, no en y desde lo religioso y lo sagrado, sino en y desde el humanismo secular laico, la pluralidad y el sincretismo resaltando la importancia genérica de Cristo y sus enseñanzas. Y para poder lograrlo tenemos que actualizar la teología, la cristología y la liturgia, enmarcadas en la doctrina y la teoría de la Trascendencia humana, conceptualizada por la sabiduría védica, instruida por Buda e ilustrada por Cristo; la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las conclusiones comparables de la ciencia: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.).Sincretismo religioso expresado por Raimon Panikkar fruto de sus frecuentes viajes a la India: «Me marché cristiano, me descubrí hindú y regresé budista, sin haber dejado de ser cristiano».http://www.scribd.com/doc/48104400/Nietzsche-y-La-Lucha-Contra-El-Judeo-Cristianismo-Por-El-Cristianismo
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