sábado, 31 de octubre de 2009

¿EMOS POSMODERNOS?



Existe la posibilidad que se los allá visto por alguna calle deambulando o tomando en algún parque del centro de la ciudad o por algunas partes de la periferia limeña. Los EMOS se inscriben en la escena actual como una “tribu urbana” joven. Detestados por la mayoría de las otras tribus, el EMO en lima corre por una suerte de “mixtura cultural”. Si en chile se hablan de los “pokemones” (mezcla de un EMO con un reggaetón) aquí podemos hablar de “CHOLEMOS” combinación de lo llamado “EMO” con “cholo”. Cholo entendiéndolo como el producto de una construcción social constante donde las variables “tradición” y “modernidad” adquieren un nuevo y renovado lenguaje en la ciudad. Dado que lo cholo esta ligado a estas dos variables como producto cultural, social y económico al agregarle lo “EMO” como una nueva construcción en los “cuerpos” de los jóvenes, nos harían pensar en un nuevo ingrediente. Lo que muchos intelectuales llaman, la posmodernidad .
Teóricos como maffesoli que hablan de las sociedades posmodernas a partir de la visión europea, donde el capitalismo y fenómenos como la globalización o “mundialización” cultural esparcen una cultura hegemónica y las distintas sociedades engendran determinadas “resistencias”. Se va retornando al “tribalismo posmoderno”. Donde el nomadismo y la “resistencia a la habitación” surgen como una respuesta a esta clase de fenómenos. Lo frágil o volátil acompañado con un “híper-hedonismo”, las identidades múltiples y el reconocimiento a fundamentos subjetivos (fraternidad) son característica de este nuestro tiempo posmoderno.
Desde otro ángulo Giles Lipovesky lo llamaría la “era del vacio”. Y en uno de sus últimos textos nos hablaría de la “felicidad paradójica”. Donde el individuo por más que consuma siempre sentirá un vacio. ¿Es esta una de las causas principales porque no dejamos de consumir? ¿En algún momento estaremos satisfechos? En ese sentido los “síntomas” de esta nuestra era posmoderna es el hiper-consumo, el hiper- hedonismo, las identidades múltiples, lo frágil o volátil y “el vacio”.
¿Para que nos sirve todo esto?
Los EMOS son parte de la escena cotidiana limeña. Su reproducción social cada vez se va agrandando. El internet es uno de los principales móviles para que esto suceda, así como las “micro organizaciones” que presentan, las llamadas “comunas”. Hoy nuestro panorama cotidiano se nutre de estos fenómenos “mundiales”. La idea de “vivir el presente” con un coorporeismo y un hedonismo fuerte. Es una cuestión muy latente en determinadas sociedades. Por ejemplo la francesa donde se basa maffesoli y hoy la sociedad europea en general se ve apasionada por la “filosofía del vacio” y del “aquí”. Eso también da pie para que otro teórico planteara el tema de lo “líquido”.
Entonces el EMO limeño trata de cumplir con los cánones mundiales del EMO. Es decir la vestimenta, los accesorios, los modos de comportamiento, etc. Lo simbólico y lo axiológico como fundamento de la vida cotidiana del EMO.
Pero esta visión un tanto romántica del EMO en lima hace pensar si es que en verdad respeta los cánones mundiales o es que simplemente plantea una nueva forma de ser EMO.
Las contradicciones del proceso de implementación en la sociedad limeña de este fenómeno han permitido ver el desvanecimiento de los teóricos del pos modernismo. Al señalar los fundamentos explicados antes sobre nuestra “condición posmoderna”.
Un “EMO”, en la ciudad de los reyes, de los Chávez, de los Quispe.
Hoy lima se convirtió en eso que Arguedas llamaba “no hay país más diverso”. En ese sentido lima se a convertido en un hervidero cultural. Las nuevas formas juveniles alborotan cada vez más la ciudad, desde los conos hasta el mítico jirón Quilca y alrededores. Hoy una sociedad donde todos se creen limeños . Retomamos ese viejo debate de la condición de nuestra época. Nuestro caso perteneciente a una condición de sociedad pos colonial. Nos sumerge a introducir la dicotomía tradición- modernidad. Me parece que el “cholo” es producto histórico de esta constante y más cuando la ciudad nunca termina de alborotarse por lo que llaman “provinciano” y que sigue ejerciendo la misma dominación de la que alguna vez “gaseosamente” hablaba Quijano.
Esta dicotomía llega hasta estos, nuestros jóvenes actuales. Que le da un nuevo ingrediente su posmodernidad. La vida socialmente se torna una mezcla de tradición- modernidad y posmodernidad. Pero el problema que nos atañe, esta en este ultimo, lo posmoderno en nuestros jóvenes.
Los EMOS en su mayoría jóvenes de entre los 13 a 22 años. Su desarrollo social se da en las nuevas formas de sociabilización que tienen con las redes virtuales. Así van desarrollando una “performance” de lo que es el verdadero EMO. Aquel que se apega más a los lineamientos mundiales. De allí que surgen algunas contradicciones dentro de la propia tribu. Señalando que la mayoría de los que están en la tribu lo hacen por simple imitación o “pose”. Desde aquí vamos señalando los primeros indicios de una forma propia.
Señalamos sus nuevas forma de producción cultural, reformulando manifestaciones culturales (las polladas EMO)
Las políticas que realizan en la escena “publica” (parque, alamedas, esquinas, etc.) pertenecen aun orden ceremonial. Llena esta de ritos. Desde la preparación de “licores baratos” hasta las “POLÍTICAS ANÓMICAS” . En la escena pública, los fines de semanas, se va reflejando un foco de nuestra posmodernidad. Entendiendo a la posmodernidad en el más puro de sus significados (euro céntricamente).
Los EMOS se están reproduciendo con mayores niveles. Desde hace unos años atrás las comunas en su proceso histórico desembocaron en la actualidad en las nuevas comunas EMO. Esta gran explosión se debe entre otros factores al gran desarrollo del internet y de las cabinas de internet. Así como a nuestra interesante condición posmoderna. Que estuvo muy ligado a la caída de un régimen autoritario y corrupto en el caso de los EMOS. Dado que la mayoría de los jóvenes tienen entre 13 a 22 años. Su memoria los hace ser producto de una época muy desestabilizada para el país. La corrupción como herramienta del control político, crea una surte de maquiavelismo criollo. Donde la “pendejada” recubre al sistema político nacional.
El apoliticismo extremo recae en sus hombres como una suerte de estandarización generacional. La utopía genuina la proporciona las tecnologías de consumo, el “alpinchismo extremo” , las políticas anomicas. Al parecer nuestra posmodernidad se entendería como una, suerte de analogía, con la posmodernidad de los países del primer mundo. Pero, ¿que tiene de peculiar esta posmodernidad nuestra, vista desde los EMOS? Dado que a simple vista podemos hablar de una posmodernidad homogénea utilizando la categoría de los clásicos posmoderno. También podemos, decir que esta nuestra condición posmoderna limeña no es la misma.
El EMO como producto de una síntesis cultural se inscribe con mayores niveles en nuestra contemporaneidad juvenil limeña. Su ascenso, es una cuestión visibilizada en la vida cotidiana. Pero dentro de este proceso de síntesis cultural juvenil, hoy el EMO limeño en general construye su posmodernidad con otra “razón”. Su principal rostro. Nos muestra, el simplismo pero complejo nivel de vida, que se tiene que tener, para poder estar dentro de la sociedad. Lo que hoy se muestra como anómico a primera vista, no es más que la prueba concreta que la sociedad esta moldeando los cuerpos (formas de tatuaje, piercing, peinados, etc.).
Lo que se supone se muestra como algo anómico no es mas que el producto o hilo conductor de la sociedad del consumo. La era del vacio, de la moda. Nos muestra esta paradoja de lo anómico-aceptado. Dado que el EMO se inscribe en este nivel. Vamos a empezar a reflexionar si su supuesta posmodernidad esta del todo a lo “euro céntrico”.
Una tribu chola
La tribu de los EMOS quiere seguir la misma lógica de las tribus mundiales, hacer sus mismas caracterizaciones y formas de vivir, pensar y sentir. Por desgracia para ellos, el proceso psico-socio-histórico es distinto. La mayoría de sus miembros están ligados a la moda, a las “tocadas”, al alpinchismo, al apoliticismo, etc. Algunos indicadores de su posmodernidad. Sin embargo esta cuestión de ser “verdaderos EMOS” hace que existan los “falsos EMOS” (poseros) y la tribu en general tiende a entrar en conflicto para señalar quien es el verdadero o falso EMO. Me parece, que en esta simple contradicción, esta el meollo del problema. Dado de los que señalan, ser EMOS a su estilo. Son vistos como los “poseros” (falsos EMOS) , como los imitadores de una tendencia. Sin embargo aquí esta lo curioso del caso limeño en general. La reproducción que se realiza de actores que se reproduce de esta tribu son aquellos llamados “poseros”. Vale decir, (falsos EMO). En ese sentido, la tribu en general seria visto como un simple espejismo, donde no existen los verdaderos EMOS. Solo “imitadores”. Me parece que este es en realidad el problema de cómo debemos mirar la teoría sociológica y en especial la posmodernidad. En el caso de los EMOS. Son los llamados falsos EMOS los que se reproducen en la ciudad. No la copia fiel de los llamados verdaderos EMOS del primer mundo. En verdad esta forma de aproximarnos nos muestra que nuestra condición de posmodernidad cabe en la diferenciación y porque no en la peculiaridad. Dando una insignia distinta no solo a los fenómenos sociales sino también a las teorías con que se suelen señalar.
Otro punto fundamental en la tribu es su producción cultural, las mixturas que puedan aparecer, así como su quiebre ante un mundo no tan vacio o desdichado como nos lo pinta la posmodernidad europea. La idea de retorno a las diferencias y a lo “pluri”, donde los metarrelatos modernos son dejados de lado. Me parece que en la tribu de los EMOS. No es tanto así. Su alpinchismo volátil, como su apoliticismo son construcciones de un determinado espacio-tiempo. Fuera de este espacio y tiempo muchos de los factores posmodernos se diluyen de sus cuerpos y de su psiquis. Tanto es así. Que el mismo sistema aun les hace creer en los relatos de laboriosidad y de los medios-fines. La racionalidad instrumental. Los hacen suyos y permite, que los distintos roles que hacen en la sociedad (hijos, estudiantes, etc.)Se sigan realizando con total normalidad.
Sus cuerpos son moldeados por instantes. Su respiración y sus chillidos se retraen en sus pulmones, hasta llegar el día y el momento. El sistema los vuelve un hibrido, donde su comportamiento los delata. que condición de la teoría social los abarca. Si son tradición-modernidad o simplemente posmodernidad. Si muchos teóricos alguna vez anunciaron que nuestra sociedad es posmoderna. Esos mismos teóricos deben señalar en ¿que clase de posmodernidad nos encontramos? Si somos una copia fiel o si, nuestra reproducción es llamada “falsa”, por no ser idéntica de donde se creo. Este encuentro permitirá descubrir en que camino andamos, si nuestra “ebullente” posmodernidad hoy se encuentra en su totalidad o si seguimos siendo una especie de micro espacios de posmodernidad. O si simplemente seguimos siendo una nación donde lo tradicional-moderno aun se sigue conflictuando y cohesionando, en un mundo social cada vez más complejo.
Si el retorno a la banalidad y a lo trivial del mundo social. Se debe a la gran influencia de la posmodernidad de nuestra época o si simplemente responde a un proceso de nuestra vida social cotidiana, que siempre estuvo allí, pero que hoy por las tecnologías informativas se hace más visible.
Por ultimo. señalar que nuestra vida social de hoy se ve claramente en marcada por el conflicto, cohesión y coexistencia de lo moderno-tradicional y posmoderno. Según sea el caso de la nuestra vida cotidiana. El sentir posmoderno será más evidente en las generaciones jóvenes. Sin embargo, el sentir moderno también los construye como sujetos y como conquistadores de una nueva “racionalidad”. De alguna u otra forma, el sentir de nuestra realidad sobrepasa ampliamente la teoría social con la que hoy se dispone.

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